Redes sociales e identidad personal

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Ensayo escrito en 2012 por Celina Morales para la materia Taller Multimedia, que dicto en la carrera Gestión de Medios y Entretenimiento, de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE, 2012).

¿Hasta qué punto las redes sociales impulsan el desarrollo de una identidad personal en jóvenes y adolescentes?

1. Introducción

En un mundo en el que los jóvenes vivimos inmersos en redes sociales es claro el hecho de que este nuevo modo de vida nos está “moldeando” de una manera alarmante, ya sea para bien o para mal, según como se quiera ver. El presente trabajo presenta las repercusiones de las redes sociales (específicamente, Facebook y Twitter) en jóvenes y adolescentes, en particular, el modo en que influyen en la búsqueda de la identidad, del “quién soy”. Así, nos planteamos la siguiente pregunta: ¿hasta qué punto las redes sociales impulsan el desarrollo de la identidad personal en los jóvenes? Es necesario estudiar cómo los adolescentes somos afectados por las redes sociales, en primer lugar, porque todos debemos construir adecuadamente nuestra identidad personal y evitar las crisis de identidad. Al tomar en cuenta el efecto de las redes sociales se pueden identificar los factores de riesgo a la hora del desarrollo de la propia identidad. En segundo lugar, porque todo cambio o fenómeno que se dé en nuestra generación es una ayuda para saber qué nos depara el futuro y cómo serán las futuras generaciones.

Hoy en día nos encontramos en una sociedad en la que lo virtual se mezcla con lo real (Constanza Botero 2009), en la que ya no existe límite entre uno y lo otro como lo era antes de iniciar el siglo XXI. La rápida evolución de las Tecnologías de la Información y Comunicación que se ha dado en la última década nos ha brindado un nuevo mundo en el cual “entramos” con solo encender la computadora, desconectándonos del mundo real y adentrándonos a uno “irreal”, mucho más seductor: el de las redes sociales. Cuando un joven crea su usuario en cualquier red entra a un mundo virtual en en el que lo principal es ver y ser visto. Creer que Facebook es para buscar amigos perdidos y que Twitter es para saber de noticias o leer “cosas interesantes”, es un pensamiento ingenuo, porque la realidad es que utilizamos estas redes para que nos vean. Secretamente, estamos diciendo: “aquí estoy”, “mírenme” (idem 2009). Así también, las usamos para echar una mirada en la vida de los demás.

2. Las redes sociales nos exponen

Ahora bien, ¿qué relación existe entre el fenómeno de las redes sociales y la formación de la identidad de los jóvenes? La verdad es que la juventud nunca había estado tan expuesta ni había perdido tanto su intimidad como lo hace hoy en día. La influencia cognitiva que se recibe estando conectado a Facebook y a Twitter es enorme; desde el momento en que abrimos sesión en cualquiera de ellas recibimos bombardeos de información acerca de conocidos o desconocidos. Sin duda alguna, al menos en los últimos cinco años, no seríamos quienes somos sin la existencia de las redes sociales, principalmente sin Facebook.

Las redes sociales nos exponen, nos abren y nos permiten entrar en las vidas de los demás, de manera que somos más vulnerables a tener crisis de identidad: en lugar de cuestionarnos: “¿quién soy?”, nos decimos: “quiero ser como él/ella”. Se pierde la construcción de nuestra identidad propia. Si tomamos la definición literal del concepto de identidad de la Real Academia Española, se trata de “la conciencia que una persona tiene de ser ella misma y distinta a las demás”. Entonces, podemos pensar que en las redes sociales no solo se pierde esta construcción de la conciencia de sí mismo, sino que simplemente no existe dicha identidad. Expuestos como estamos a la vida ajena, proyectamos el deseo de identidad en el otro: queremos ser lo que vemos en los demás y perdemos de vista la búsqueda de eso que tenemos que nos hace únicos.

3. Las redes sociales como guías

No obstante, también existe el otro lado de la moneda. Lo que hace que estas redes sociales sean tan fascinantes para los adolescentes es que nos permiten generar una idea falsa de lo que realmente somos. Nos dan la oportunidad de que, si no estamos conformes con nosotros mismos, podamos al menos construir una faceta más interesante. Cualquiera que crea una cuenta de usuario en cualquier red social se convierte en el creador de un personaje virtual. Así, “[l]os perfiles se ofrecen al usuario para ser manipulados por él mismo, para que se realice su construcción de sí” (idem, 2009). Queremos que todos sepan quiénes somos, pero no aquello que somos, sino cómo queremos ser vistos. Le damos, entonces, una identidad propia construida a ese personaje virtual que pretendemos ser. Somos el filtro de su construcción, decidiendo qué es apropiado mostrar y qué no lo es (Faerman 2010).

Pero es precisamente de esta manera que nos damos cuenta de lo que no deseamos que otros vean de nosotros, hecho que puede ayudarnos a reflexionar hacia dónde queremos llegar en la definición de nuestra identidad. Bien usadas, entonces, las redes sociales pueden guiarnos hacia esa persona que queremos ser a partir de la construcción de todo aquello que mostramos. Se puede decir, por lo tanto, que las redes sociales no necesariamente nos bloquean y nos obligan a imitar a los demás usuarios, frenando nuestro desarrollo de identidad; también nos ayudan a ver cómo es que nos gustaría que nos vieran, empujándonos a ser como esa persona. Es decir, nos ayudan a saber cómo queremos ser.

4. Conclusión

Las redes sociales influyen enormemente a la hora de la búsqueda y el desarrollo de identidad en un adolescente, ya sea de forma negativa o positiva.  Teniendo en cuenta lo mencionado anteriormente, es válido aceptar cualquiera de las dos hipótesis: las redes sociales bloquean en parte la construcción de la identidad en los adolescentes; pero son asimismo una ayuda para saber cómo queremos ser.

Son necesarios más estudios sobre las repercusiones de las redes sociales en los jóvenes para poder afirmar con seguridad de qué manera nos están afectando. Por el momento, los argumentos que han sido expuestos en el presente trabajo nos dejan con inquietudes y con la posibilidad de realizar futuras investigaciones. ¿Será que hoy en dia los jóvenes construimos nuestra identidad de manera incorrecta? ¿O acaso es válida cualquier manera de desarrollar la identidad personal? ¿Estamos más propensos en la actualidad a la pérdida o crisis de identidad? Todos estos son interrogantes que la nueva sociedad nos plantea y que deberíamos comenzar a responder en nuestro futuro cercano.

5. Bibliografía

Botero Betancur, Constanza. (2009) Creación de personajes virtuales: desde la mitología hasta Facebook. Fragua,1, 43-60. Universidad de Medellín.

Boyd, Danah M. y Ellison, Nicole B. (2008) Social Network Sites: Definition, History, and Scholarship. Journal of Computer-Mediated Communication, 13, 210-230.

Faerman, Juan. (2009). Faceboom. Ediciones B

Mills, Christopher (2012). Social Network Numbers. inédito

Universidad de Palermo (2010) Centro de Investigación en Entretenimiento y Medio. Buenos Aires. Septiembre 2010.

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